Posteado por: rakelsalim | noviembre 23, 2008

¿Qué piensa un subsahariano sobre la inmigración ilegal?

Una mezcla de rabia, vergüenza y humillación invade el ánimo de los negros africanos  tras la decisión de los líderes europeos de endurecer la política inmigratoria, retener a un grupo de hombres sin papales en las antiguas cárceles, en condiciones precarias, por cometer el deleznable delito de buscar una vida mejor en Europa.

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La inmigración internacional ha pasado a ocupar un lugar privilegiado dentro de la agenda política de la Unión Europea. La inmigración africana se ha convertido en un problema fundamental dentro del contexto de la mundialización.

Motivados por la crisis económica actual, los eurodiputados aprobaron el pasado 18 de junio de 2008 en Estrasburgo, con 172 votos de diferencia, sin aceptar ninguna enmienda; una ley anti-inmigratoria  que permite retener a los inmigrantes negros africanos («subsaharianos») ilegales durante un año y seis meses en las oscuras celdas de los CIE. Donde son sometidos a cualquier tipo de maltrato físico,  psicológico y vejaciones: desde abuso sexual como fue caso del CIE Capuchinos (Málaga) ,golpes hasta la muerte como fue el caso del CIE Hoya Fría de Tenerife; por citar algunos ejemplos.

Según la Caravana Europea por la Libertad de Movimiento, los CIE (Centros de Internamiento para Extranjeros) son instalaciones ruinosas, algunas de ellas, antiguas cárceles y, otras, improvisadas (por ejemplo, el antiguo Cocedero de mariscazos en Almería, almacenes portuarios en Canarias), donde los indeseados negros viven en condiciones infrahumanas de insalubridad, falta de asistencia sanitaria, y alimentados con comidas  en mal estado. 

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Se olvidan de que la inmigración clandestina no es un problema coyuntural que se desaparecerá dentro de unos meses con sólo reforzar las fronteras, la vigilancia marítima o con programas destinados a capacitar la seguridad africana en la gestión de tránsito de los inmigrantes.

Hay que subrayar que el debate sobre la inmigración clandestina exige reflexiones de hombres de voluntad, libres de cualquier perjuicio racial y de toda clase de demagogia e hipocresía. Sólo así uno se podrá dar cuenta de que en la actualidad la inmigración legal entre África y Europa, como opción alternativa a la inmigración ilegal, es prácticamente inexistente lo que se traduce automáticamente en inmigración clandestina.

Si se hiciera un estudio unánime en todos los principales aeropuertos europeos,  sorprendería el elevado número de africanos que son retornados a sus países de origen por visados falsos.

 Como «subsaharianos», según nos llaman los españoles, no nos hace ni la más mínima gracia tener que aceptar,  que numerosos hermanos nuestros paguen hasta 3.000 euros a la mafia  sólo para arriesgar sus vidas, dejando a sus familias, amigos y la tierra que les vio nacer; para  emprender un viaje confiando únicamente en el azar y el destino con la ilusión de una vida mejor o un futuro  más seguro para sus hijos.

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O, cuando recordamos que en el pasado mes de Junio el grupo musical congoleño número uno  estuvo un mes bloqueado en Kinshasa sin poder viajar a Barcelona para participar en el festival musical SONAR 2008,  por las barreras diplomáticas de los países de la Unión Europea; que se pasaban la pelota el uno al otro,  pidiendo cada día documentos diferentes hasta que les venció la fecha límite de participación establecido por los organizadores.

Nos parte el alma, resignar a la desolación y la tristeza que sufrió Sonia Raquel, ecuatoguineana de 28 años de edad, cuando el 31 de enero de 2006 perdió a su bebé en Marrakech.

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En la fecha arriba señalada, en pleno vuelo con la compañía Iberia Malabo – Madrid empezó a tener contracciones de parto. Y por miedo a que diera luz en territorio español, y que en el acta de nacimiento del bebé constase » Nacido en Madrid»; el avión tuvo que dar media vuelta, y hacer un aterrizaje forzoso en un aeródromo de Marrakech (Marruecos). Sonia Raquel fue llevada y abandonada, sin compañía de ningún conocido ni familiar, en uno de los peores hospitales de dicha ciudad.

Las malas condiciones del parto, la falta de apoyo psicológico, minaron la salud de la madre y acabaron con la vida del pequeño.

La madre tenía visado de España, y no de Marruecos. Pero no importa… ¡es una subsahariana!

Sonia – Raquel denunció Iberia ante los tribunales de Malabo y el juez encontró culpable a la compañía aérea por negligencia. Iberia tuvo que indemnizar a la familia afligida con  unos cuantos Millones de Francos Cefas (moneda local). Aunque el dinero no conseguirá nunca arrancar del alma de Rosa Raquel la pérdida de su primogénito, ni sus sesiones psicoterapéuticas. 

 

La correlación entre la inmigración ilegal en los países europeos y los negros africanos («Subsaharianos») que establece los medios de comunicación española produce una fuerte disonancia cognitiva en las mentes africanas.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE, 2005) los problemas relacionados con la inmigración que más preocupan al pueblo español son: el paro (62.2%), terrorismo (37.6%) y la inseguridad (robos con  fuerza, violencia callejera 25.5%). Problemas que no guardan ningún tipo de relación con los negros africanos.

Los «subsaharianos» no formamos pandillas, ni bandas armadas, no colocamos bombas en las estaciones de metros, ni inflamamos las plantillas de las empresas.

Basta ojear las páginas de ACAIP, sindicatos de prisiones, para ver que la estadística de 2007 señala que 8 de cada 10 presos en la actualidad, son extranjeros. De los que el 12.1% son ciudadanos de la Unión Europea (con italianos y portugueses como máximo exponentes). Los marroquíes representan 26.8%, seguidos de colombianos con un 10.9%, argentinos 6.6 %, argelinos 6.4 %, etc. El único país de África negra que aparece en la tabla estadística de los delincuentes es Nigeria, representado por un 1.6 %.

Sin embargo, todas las noticias en los medios (televisión, Internet, periódicos, radios, etc) relacionadas con la problemática inmigratoria van acompañadas de denigrantes imágenes de Pateras cargadas de «subsaharianos». Este término que nos resulta tan insultante y ofensivo, que describe para el europeo a un colectivo que no es digno de identidad, símbolo de las miserias  humanas.

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Fue curioso el artículo del periodista Moisés Naím, El país, domingo 13 de julio de 2008: …el grupo G-8 reunidos en Japón, decidieron invitar a China e India. También fueron invitados México, Brasil, Australia, Indonesia y Corea del Sur. Así como seis países Africanos. Es como si los españoles sintiesen asco o repelús en llamar a los países africanos por sus nombres.   

Las imágenes de pateras cargadas de negros africanos por la televisión española me avivan los recuerdos históricos y acentúa la dicotomía existencial entorno a  la diáspora africana: 1.-la deseada por los europeos – no deseada por los africanos (inmigración forzada). Y, 2.- la deseada por los africanos – no deseada por los europeos (inmigración clandestina).

La historia de la inmigración forzada de los africanos comenzó con la llegada del Vasco de Gama, en busca de la ruta hacia la india, que por error llegó a acabo de buena Esperanza (Sudáfrica). Un grupo de africanos fueron llevados forzosamente a Portugal y fueron expuestos en los grandes palacios como objetos exóticos y curiosos.

Esa curiosidad pronto se vio sustituido por un nuevo interés. El  de acumular riquezas. Por este fin, impulsados  por el pensamiento del misionero católico Bartolomé de las Cassas, quien, basado en un pasaje bíblico del antiguo testamento,  sostenía la teoría que el negro estaba predestinado a servir al blanco por decisión Divina; miles de familias africanas, pueblos enteros, fueron destrozados y llevados forzosamente a las  Américas como fuerzas de trabajo gratuito para impulsar el desarrollo económico de Europa.

Tres siglos después de la abolición de la esclavitud, en la Revolución Industrial, oleadas de pateras metálicas (barcos) seguían desembarcando en los puertos europeos subsaharianos traídos para trabajar, bajo todo tipo de riesgo laboral, sin protección alguna, con un sueldo que ni siquiera les cubría la alimentación e intensas jornadas laborales  en las industrias, agricultura y construcción. Gracias a esa mano de obra barata, Europa aceleró su tren de desarrollo económico y social.

Pero lo verdaderamente interesante es que no era sólo el interés económico lo que impulsaba la inmigración deseada por los europeos y no deseada por los africanos, sino también lo militar y político.

Durante la I Guerra Mundial (1914-1918) y la II Guerra Mundial (1939- 1945), a pesar de que se trataba de una guerra europea, los africanos (colonias) fueron  buscados y colocados en la primera fila, para ayudar a las metrópolis a triunfar en la guerra y liberarse del yugo alemán.

El nacionalismo de la posguerra y la amenaza de expansión del comunismo internacional que imperó en la segunda mitad del siglo XX, suscitaron una cadena de movimientos independentista en el continente negro. De esta manera, a partir de la década de los 50 se inició la descolonización en África que culminó en 1990 con la independencia de Namibia.

En este periodo, muchos de los líderes de los movimientos independentistas y jefes de tribus africanas fueron invitados a visitar Europa, durante las fiestas nacionales, para conocer el desarrollo económico y militar de las metrópolis. Se les hospedaba en los  mejores hoteles de la ciudad, con un conductor particular y un coche de lujo, banquetes, entre otras exquisiteces de un huésped de honor.

En 1934, Lamido HAYATU (Jefe de unas de las tribus de Camerún) a su regreso de París por la exposición colonial de Francia, expresó:

Mi visita a Paris  me ha dado la certeza del arte y el genio francés. La  hospitalidad excepcional de los franceses. Yo he constatado durante el viaje, la actividad y el espíritu económico reinante en este país. Por lo que no tendría ningún tipo de vergüenza en afirmar que es un privilegio para un pueblo atrasado como el nuestro, tener siempre como tutor a Francia…

Tras lo expuesto, considero una ingratitud histórica la reacia actitud europea a la inmigración africana actual; con hechos como la expulsión  de 103 negros africanos, tras ser sedados con Haloperidol, en Málaga, el martes 23 de Julio de 1996.

Haloperidol es un psicofármaco tipo neuroléptico usado para los cuadros de psicosis agudos y crónicos (psicosis delirante, esquizofrenia, etc) en los casos que el paciente no responde a los anti-psicóticos comunes.

Se recomienda mucha precaución en su suministro a pacientes con diabetes, insuficiencia cardiovascular y pulmonar, epilepsia, hipertensión, en estado depresivos, etc .    

El 23 de Julio de 1996, la fuerza de seguridad española no hizo ni siquiera un diagnóstico presuntivo para comprobar si aquellos hombres negros eran tolerantes al Haloperidol o no. No se preocuparon de llamar a un facultativo, ni los efectos secundarios que conlleva el fármaco.  Sólo el interés de deshacerse de un grupo de subsaharianos, reenviándoles a su país de origen, tomando la misma precaución como si se devolviera un león o un gorila (que no fuese El copito de nieve) al parque natural de Kenia o Sudáfrica.

 

Manipular pueblos para provocar Guerreras, aparentemente civiles, con el único objetivo de saquear un país, obtener materia prima, como el caso del COLTAN en el Congo Democrático, enriquecerse a precio de muertes; y a la vez hablar de apoyar los procesos democráticos y  acabar con los conflictos en África.

Por un lado, pronunciar pomposos discursos sobre la lucha contra la pobreza, programas de desarrollo para África, etc. Y por otro, debilitar todos los mecanismos o iniciativas de los países africanos que les permiten proteger su naciente economía. Aumentar las barreras arancelarias para dificultar la entrada de productos manufacturados y/o agrícolas africanos al mercado europeo, es una hipocresía bastante cruel. África, a pesar de todo su riqueza, representa sólo el 2.2 % del comercio mundial de los que el 70% proviene del sector  agrícola.

Adoptar medidas proteccionistas prohibiendo la explotación de productos básicos, socavar las producciones nacionales de alimentos para el hombre, y obligar a los campesinos a producir cultivos comerciales para que las multinacionales obtengan biocarburantes para alimentar los coches deportivos, y utilizar los excedentes globales alimentarios para desestabilizar la producción de los países en vía de desarrollo que está llevando a cabo la U. E y los EE.UU., son las mismas sofisticadas técnicas, pero camufladas, utilizadas por el holocausto nazi para crear hambre. La principal causa de la inmigración clandestina.  

Como dijo Michel Chossudovsky (Prof. De política económica. Unv. De OTTAWA):

…»esta globalización de la pobreza se inició en el tercer mundo coincidiendo con la crisis de las deudas a principio de los años 80 y la imposición de las reformas económicas laterales del FMI. El nuevo orden mundial se alimenta de la pobreza humana y la destrucción del entorno natural, genera apartheid social, refuerza el racismo y las contiendas étnicas, socava los derechos de la mujer, a menudo, precipita a los países a confrontaciones destructivas»

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Termino con algunos fragmentos de la carta de un inmigrante africano a la sociedad española:

«… pero este muro que ha sido levantado entre ustedes y yo, hace imposible cualquier encuentro verdaderamente humano entre nosotros»…

«…por la noche, mientras esperamos el momento oportuno para franquear este muro de separación, nos decimos A Dios los unos a los otros, por que en el fondo, ninguno de nosotros sabe qué tipo de cartuchos utilizará el vigilante del alambrado ni cuál parte de su cuerpo será herido…»

«…Dios sabe que no soy un ladrón, ni un bandido, soy simplemente el grito de una victima, que como todos el mundo, quiere vivir con el sudor de su frente…»

 Visto en wanafrica

 


Respuestas

  1. Qué interesante tu blog, me gusta tu línea de trabajo y denuncia, imprescindible.
    Saludos


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